De “¿Puedo?” a “¿Por qué no puedo?”

Uno de los comentarios más impactantes del panel fue: “Los estudiantes han pasado de preguntarse: '¿Puedo hacer esto?' a '¿Por qué no puedo?'”.

Los estudiantes esperan interactuar con pantallas, acceder a herramientas colaborativas y alternar fluidamente entre entornos físicos y digitales. Si pueden hacerlo en casa o en su teléfono, esperan hacerlo en la universidad.

Espacios que apoyan la colaboración

La demanda no se limita a la tecnología, sino también a los espacios que la posibilitan. Los estudiantes solicitan cada vez más espacios de reunión reducidos, salas híbridas y entornos de estudio flexibles.

Las universidades están respondiendo diseñando una variedad de espacios, desde zonas tranquilas hasta centros de colaboración abiertos, que reflejan las diversas formas en que los estudiantes aprenden.

Cumpliendo el estándar

La tecnología que antes se consideraba avanzada ahora es simplemente básica. Para cumplir con las expectativas, las universidades deben mantener sistemas confiables, simples y consistentes en todos los campus.

A los estudiantes ya no les impresiona la presencia de la tecnología. La dan por sentado. Lo importante ahora es cómo apoya su aprendizaje.