Ahora, varios años después, la educación híbrida ya no es una solución provisional. Es una parte permanente y poderosa de la educación superior.
Conferenciantes invitados sin fronteras
La tecnología híbrida permite a las universidades traer expertos de la industria, académicos internacionales y profesores invitados directamente a las aulas, a menudo a una fracción del costo y la interrupción del viaje.
Como señaló un panelista: «Una hora en línea es mucho más fácil que tres horas viajando a Londres. Los estudiantes se exponen a personas que de otro modo nunca conocerían».
Apoyando la flexibilidad
El modelo híbrido también beneficia a los estudiantes que compaginan trabajo, familia y estudios. El acceso flexible les permite dedicarse al aprendizaje incluso cuando la vida en el campus les dificulta estar presentes.
Sin embargo, gestionar la formación híbrida no está exento de desafíos. Los académicos suelen tener dificultades para conectar con el público presencial y en línea simultáneamente. Algunas instituciones implementaron "copilotos" (personal dedicado a gestionar la parte en línea) para garantizar una experiencia fluida.
La siguiente fase
La primera generación de salas híbridas solía ser compleja y poco fiable. Ahora, las universidades las están repensando con la simplicidad en mente, eliminando funciones innecesarias para centrarse en lo que realmente importa: audio nítido, vídeo nítido y conectividad sin esfuerzo.
La educación híbrida llegó para quedarse. Lo que comenzó como una respuesta a la crisis ahora enriquece la educación superior al abrir las aulas al mundo.